miércoles, 24 de diciembre de 2014

Ser Responsable

En el anterior y por cierto primer entrada hago referencia a que en buena medida somos responsables de las cosas que nos suceden. Notarás que esta subrayada la palabra porque es muy importante entender que somos responsables de absolutamente todo lo que acontece en nuestra vida. La familia, los hijos, el trabajo, la casa, los vecinos más un largo etcétera. Si, somos responsables, pero ser responsable es muy distinto de ser culpable. Como seres humanos tenemos una tendencia natural hacía el sentimiento de culpa. Sentirse culpable daña el espíritu de la persona dejándolo casi en un estado de indefensión, creando un sentimiento de frustración y tristeza que merma la capacidad creativa de la persona, afectando incluso el sistema inmunológico. Estos son solo  algunos ejemplos del efecto que causa el sentimiento de culpabilidad en una persona. Los efectos nocivos se manifiestan sicológica y físicamente.

En realidad el término culpable se utiliza en juicios de valor realizados por terceros hacía el comportamiento de una persona. En términos legales por ejemplo, cuándo una persona comete una infracción a la ley, se establece una evaluación de dicho comportamiento a través de un  juicio, mediante el cuál es necesario determinar el grado de “culpabilidad” de la persona en cuestión ante la falta cometida. De esta manera, se determina el grado de retribución (también llamado, pena, castigo, etc.) de la persona hacía con la sociedad, incluyendo a la autoridad misma. En estricta teoría, la persona que pasa por este proceso digamos en un tribunal, es sometido a un aislamiento de la sociedad con la intención de proteger a la misma, en esencia lo que se pretende es que la persona reconozca su falta y mejore su actitud antes de ser re-integrado a la sociedad. Es decir, este periodo de tiempo en aislamiento pretende hacer consiente a la persona por sus actos y que tome responsabilidad de los mismos para mejorar su comportamiento futuro.

Espero haber podido ejemplificar y marcar la diferencia entre culpabilidad y responsabilidad. Responsabilidad es tomar el control, aceptar de manera consiente y personal nuestros actos y en consecuencia fomentar las conductas que mejoren nuestro comportamiento con nosotros mismos y con nuestro entorno. Si, resulta que la primer persona con la que debemos portarnos bien es con nosotros mismos, en segunda instancia debemos procurar tratar de la misma manera a todo y todos quienes nos rodean.
Es necesario entonces, hacernos responsables de nuestros actos y ser consientes de los cambios que se requieren para mejorar en aquellas situaciones que en este momento no están en armonía con nuestros verdaderos deseos. Sin rencores, sin remordimientos, sin culpa pero con la firme intención de no volver a cometer los mismos errores.

A partir de este momento, seremos capaces de entender la razón por la cuál tuvieron lugar algunos eventos en nuestra vida y lo más importante, retomar proyectos y actividades para iniciar el camino de nueva cuenta.


Recuerda en todo momento ser responsable por aquello que vas a pensar, hacer y decir. Y vale la pena que la próxima vez que hagas cualquier tipo de comentario te preguntes si lo que vas a decir es necesario, es amable, es importante?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario